El
contubernio de Munich, como lo llamó el franquismo, fue una reunión
organizada por el Movimiento Europeo en su IV congreso, entre el 5
y el 8 de junio de 1962,
en plena oleada de conflictos y huelgas mineras en Asturias,
y tras un primer y fallido intento español de ingresar en la Comunidad Económica Europea.
Participaron
en él 118 políticos españoles de todas las tendencias opositoras
al régimen franquista, tanto del interior como del exilio, excepto
del Partido Comunista de España: monárquicos, liberales, republicanos, democristianos, socialistas, socialdemócratas, nacionalistas catalanes y vascos, reunidos bajo la autoridad moral de Salvador de Madariaga.
El
objetivo del Movimiento Europeo fue, desde el principio, que esos 118
españoles discutiesen abiertamente sobre el pasado, el presente y el
futuro de España, y llegasen, a ser posible, a conclusiones sobre el
último de esos tres puntos , sin el beneplácito del Gobierno
Franquista.
1.-
La instauración de instituciones auténticamente representativas y
democráticas que garanticen que el Gobierno se basa en el
consentimiento de los gobernados.
2.-
La efectiva garantía de todos los derechos de la persona humana, en
especial los de
libertad personal y de expresión, con supresión de la censura
gubernativa.
3.-
El reconocimiento de la personalidad de las distintas comunidades
naturales.
4.-
El ejercicio de las libertades sindicales.
5.-
La posibilidad de organización de corrientes de opinión y de
partidos políticos.
CONSECUENCIAS.
La
reunión de los opositores españoles alcanzó aún más repercusión
porque produjo la serie de detenciones de liberales de centro-
derecha más importante de todo el Franquismo. Fernando Álvarez de
Miranda, Jaime Miralles, Barros de Lis, Joaquín Satrústegui,
Cavero, Ruiz-Navarro, Alfonso Prieto, Pons y Casals, fueron
condenados al Ostracismo en las diferentes islas de las Canarias. A
José María Gil-Robles, Dionisio Ridruejo, Jesús Prados, José
Federico de Carvajal y otros tuvieron que tomar el exilio.
La
reacción del Régimen contra los participantes de la reunión en
Múnich causó fuertes críticas en el extranjero, sobre todo en la
Comunidad Económica Europea (CEE) a la que España había solicitado
el ingreso pocos meses antes. Una opción descartada después del
Contubernio.
Se
tomaron diversas medidas;
1.
Gabriel Arias-Salgado fue sustituido por Manuel Fraga Iribarne.
3.
En 1963 el Régimen creó el Tribunal de Orden Público para juzgar
los delitos políticos.
La dictadura franquista sabía
que la vía de Munich podía destruir sus cimientos. Como hace poco
señaló el historiador Paul Preston, en el contubernio se encuentra
el origen de esa tercera España que llevó a cabo la Transición.
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